martes, 5 de mayo de 2009

DE DIEGO, NUESTRO DIRE...

Si hay algo que hoy no me deja dormir es EL CONEJO.

Allá a fines del año 2007 estábamos en la casa de nuestra querida amiga Seku Faillace. En una de nuestras tantas noches de encuentro junto al talentoso señor Facundo Rubiño surgió un plan, una idea, teníamos la necesidad de generar algo... “Hagamos fiestas artísticas” dijimos. Luego de jugar azarosamente con posibles nombres que representen tamaña celebración surgió en forma simultanea desde la boca de la hermana de Seku y Facundo el titulo esperado: "El Conejo". A la siguiente semana el individuo cordobés ya había creado un prototipo, una historia, un lugar, un contexto. DECADA DEL 90, CAFE TORTONI, UNA VALIJA, UN TIPO QUE NO LLEGA... TRAICION. Disparador que nos sirvió para desembocar con la obra hacia un contexto completamente distinto... pero con la misma esencia. De la Fiesta a las Tablas.

El 23 de Febrero del corriente año convocamos a una asamblea coneja. La citación fue en mi casa, y los convocados eran sin lugar a dudas la gente que queríamos que escucharan nuestra cruzada. Así leímos la obra. Lo hicimos de una manera tan rápida que creo que esa lectura solo la entendimos Facundo y yo, éramos dos nenes jugando con su pelota, el Espanta y el León, nos reíamos solo nosotros y las miradas en el recinto decían “por favor que este buena”. Algo ya se desprendía… entraba en oídos amigos, y el aire que se respiraba en mi departamento de la calle Monroe era "no entendí nada, pero me gusta… cuenten conmigo". Así comenzaron los ensayos.

La gente con la cual comparto hoy este Proyecto son personas a las cuales admiro, respeto y por sobre todas las cosas necesito para crecer. Algunos, ya nos habíamos cruzado en la movida Parkense, otros, como Carlitos, Dani, Marien, Leo, Noe, Mariu nos conocíamos de vista, de castings, de trabajos compartidos, de afinidades, a algunos incluso no los conocía, solo sabia que trabajaban en Hairspray y que eran “muy buenos”. Había que romper barreras, escudos protectores, generar sin degenerar un vínculo de confianza. Ahí comenzaba algo que me gusta mucho: el tan querido y necesitado juego de roles.

¿Como hacer para transmitir mis ideas? ¿Como desarrollar una equidad desequilibrada? Una fisura abierta adrede con aires de renovación... UN CONCEPTO. Lo más curioso es que en este proceso a veces no tengo idea de cómo llegar a plasmar lo que quiero, de ahí la búsqueda, la tolerancia, la decepción conmigo mismo y el aliento cuando se logra un resultado a la altura de las expectativas previas a un ensayo. Conversaciones con uno mismo… El estado en crisis personal ayuda a la creación. Aires de renovación, tiempos de cambios desde la raíz. La crisis es aliada de la creación, una creación que sería obsoleta, nula, que careciera de valor si al lado no están Facu, Seku, Juancho y todos lo que se subieron a este delirio articulado titulado “El Conejo”. Una obra que avanza sobre la idea de encontrar la “felicidad” como único objetivo de la vida, pero que indaga en los medios para llegar a esa felicidad y el lugar que ocupa el amor en la evolución y la involución hacia la misma existencia.

HOY SIENTO QUE ES NECESARIO COMPARTIR, SIENDO SINCERO, LO QUE UNO HACE... Desde una conversación, un pensamiento, un paseo, una obra… EL CONEJO es un espacio que hoy justifica en mí de forma placentera la evolución permanente, la necesidad del encuentro con el otro. Un juego eterno que no me deja dormir, que me tiene desvelado, pero por sobre todas las cosas… un juego que me gusta jugar. You can play.

Ojala les guste ser Conejos por un día.
Las puertas están abiertas… Die